No sé si es azar, o el mundo se mueve por los designios de un ser todopoderoso y sobrenatural. Solo espero que no, que solo sea que tengo mala suerte. Porque si no nunca vamos a hacer las paces, me gusta demasiado el pecado.
No es mi culpa que Dios crease las rosas con espinas
No hay comentarios:
Publicar un comentario