Cierra un momento los ojos... HUELE, ESCUCHA, SABOREA, SIENTE...
A veces viajamos en el tiempo. A veces volvemos al pasado. A veces conseguimos sentir, lo que un día sentimos. A veces sonreímos con los ojos cerrados.
Cuando pasa el tiempo nos damos cuenta que a veces, solo a veces, somo completamente felices. Curiosamente seremos consciente de lo felices que fuimos cuando nos paremos a recordar ese momento, y querremos volver a él. Pero eso es lo que tiene la verdadera felicidad, que pasa inadvertida, se queda callada, silenciosa, muda, observando. Y solo con el tiempo nos damos cuenta que estaba ahí, divertida, contemplando el momento.
Pero cerramos los ojos, viajamos, volvemos, sentimos lo que un día sentimos, sonreímos. Y la vemos ahí, observándonos, nos guiña un ojo, con la certeza de que nos seguirá observando en muchos otros momentos, y nos la jugará de nuevo.
HUELE, ESCUCHA, SABOREA, SIENTE la felicidad...a veces, solo a veces, te guiña un ojo.

Disfruta, que ya lo recordarás.

El mundo es bello... muy bello...

No lo dejéis escapar, de verdad que la vida es corta, es breve, pasa fugaz. Lo más probable es que la suerte no os acompañe, es por ello que he decidido que, ya que solo pasaré una vez por aquí, intentar captar todo lo bello de este mundo, viajar, conocer mil lugares, el arte, esas personas que fueron grandes y eternas, TODO, el mundo es bello y lo hemos hecho bello, no hay tiempo, conozcamos, averigüemos, sintamos,vivamos. 

 

Leer Niebla de Unamuno (anunque puede para algunos sonar pedante) en el avión, y aterrizar en Roma, pasear desde plaza de Venecia hasta Ciudad del Vaticano. Eso es bello, eso es arte, eso es felicidad, eso es vida. Y lo problemas se quedan a un lado, y se quedan en Madrid, en las calles oscuras, en los vómitos en las esquinas, en la desdicha de los cuerpos, en en el estruendo de la noche, eso es vida señores, pruebenlo, vivan esta vida un poco, que están ustedes atolondrados perdidos, que se arrastran por la mediocridad. esta vida es una y no hay otra, no todos podemos ser Unamuno, Miguel Ángel o Bernini, pero si podemos estar vivos y no muertos. Yo he revivido estos dias. Lo repito, pruebenlo, que la vida otra cosa no, pero corta, es...

como nos cuesta llamar a las cosas por su nombre:
Gipuzkoa, Araba y Bizkaia

Me rindo. Dios, tú ganas.

No sé si es azar, o el mundo se mueve por los designios de un ser todopoderoso y sobrenatural. Solo espero que no, que solo sea que tengo mala suerte. Porque si no nunca vamos a hacer las paces, me gusta demasiado el pecado.

                                         No es mi culpa que Dios crease las rosas con espinas

A enemigo que huye...

Puente de plata.

Pues bien yo tengo muchos enemigos.
Ese día a orillas del Ródano, Avignon se me presentaba con sus murallas y su gran palacio. Me senti pequeña, respire el paso de los siglos, sentí el peso de la historia. Comprendí mi insignificancia y a la vez mi grandeza, esa grandeza de todo ser humano, que puede ver, vivir, sentir, respirar momentos como aquel. Ultimemente se lleva eso de cerrar los ojos, morir, ser insensibles, aguantar la respiración... No debemos dejar que los sentidos se pierdan postales asi.
Entré en la locura, y al son de la irracionalidad desee que todos mis enemigos paseasen por ese puente de plata, el puente viejo de Avignon, incompleto, que no alcanza la otra orilla... como muchas veces nos sentimos: unos dias incompletas, otros grandiosos.
Desee que todos mis enemigos, que son muchos, contemplasen mis vistas, por que aquello, aquello no debería perdérselo nadie.
Desee que por un momento que dejasen el humo de las fiestas, lo bailes de la noche, la luz de discoteca, las basura en los botellones, las colillas de la ignorancia...
Desee mil veces, ser amiga de nadie y enemiga de todos para poder huir por ese puente, eternamente.

Saludos.

Caí en la tentación. Palabras, palabras, palabras. Tecla a tecla. Frialdad. Caí en la tentación. Una más. Tecnología. Vamos a intentar darle un poco de calor a esto. Vaya, el teclado ya quema. Pero no abandonemos nunca lo papeles, su aroma no se puede comparar.

          No me decido a aterrizar en el siglo XXI...